El Banco Central Europeo ha decidido mantener los tipos de interés en el 2 % porque la inflación está bajo control. Por primera vez en un año, el organismo europeo hace una pausa después de ocho recortes, lo que marca el inicio de una nueva etapa para su política monetaria.
El BCE decide mantener los tipos en el 2 % por tener la inflación controlada.
Podría haber un recorte en septiembre. Por tanto, los ahorradores que quieran las rentabilidades actuales pueden optar por depósitos a plazo.
Tras ocho recortes de tipos, siete de ellos consecutivos y todos anticipados por los mercados, el BCE ha decidido dejar los tipos intactos en el 2 %. Así, se inicia una fase menos predecible y más compleja, en la que será difícil anticipar posibles recortes.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha hecho hincapié durante su comparecencia en que el BCE no se compromete con una ruta concreta para los tipos de interés. De hecho, algunos factores podrían impulsar los precios al alza, como el gasto en defensa, y otros podrían contener la inflación, como una desaceleración global. Por ende, de ahora en adelante será más difícil prever la evolución de la inflación.
Además, los aranceles también podrían aliviar los precios si se reduce la demanda externa y aumenta la competencia en Europa. Sin embargo, las tensiones comerciales y la volatilidad actual crean incertidumbre, y los hogares y empresas limitan su demanda.
En este contexto, la política monetaria del BCE se ajustará en función de los datos más recientes. Pese a esta prudencia, Lagarde ha destacado el éxito del BCE al lograr situar la inflación en el 2 % sin provocar una recesión en la eurozona. De hecho, el crecimiento económico está siendo mejor de lo esperado, impulsado por el adelanto de compras ante los aranceles y por el aumento del consumo y la inversión.
Lo más probable es que los bancos decidan mantener los tipos de interés de sus productos de ahorro. No obstante, sí podría haber recortes después del verano si los datos apuntan a un nuevo recorte de tipos en la próxima reunión del BCE, que será el 11 de septiembre.
En este sentido, los ahorradores que prefieran evitar la incertidumbre y conseguir las rentabilidades actuales a medio y largo plazo pueden optar por contratar depósitos a plazo fijo con plazos de vencimiento de dos o más años.