Cuando vas a una entidad financiera a contratar un producto de ahorro o inversión verás dos términos financieros en los folletos informativos: la TAE, o tasa anual equivalente, y el TIN, o tipo de interés nominal. Pero ¿qué diferencia hay entre el TIN y la TAE? ¿Qué es el TIN y la TAE? A continuación te lo contamos.
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La TAE es el coste total que pagarás por un producto de financiación o la rentabilidad total que obtendrás con un producto de ahorro.
El TIN también muestra el porcentaje de interés que debes pagar o recibir, pero no incluye las comisiones.
El TIN y la TAE no son lo mismo. La TAE sirve para comparar productos bancarios, mientras que el TIN es un indicador informativo.
El TIN es el tipo de interés nominal, la cantidad de dinero que tienes que devolver en forma de intereses por el crédito que te presta el banco. En productos de ahorro como las cuentas remuneradas es el dinero que te pagará la entidad bancaria por tu capital. O lo que es lo mismo, el TIN refleja el pago o cobro de intereses.
El TIN se representa en porcentaje y no incluye las comisiones. En este sentido, un producto de ahorro o financiación puede tener un TIN muy atractivo (incluso del 0 %), pero si te obliga a contratar un seguro de vida o de protección de pagos o implica pagar una comisión de apertura y otra de cancelación, quizás ya no te resulte tan atractivo. Por esta razón, el TIN solo sirve como indicador informativo de un producto bancario.
Para calcular el TIN bancario solo debes hacer una multiplicación. A modo de ejemplo, para un préstamo con un TIN del 5 % anual, pagarás 5 € al año por cada 100 € que hayas recibido prestado.
¿Y si es un 5 % TIN de un depósito a un año? Cuando venza, recibirás 5 € por cada 100 € que hayas metido en el depósito. Si has depositado 100.000 €, recibirás 5.000 €.
La fórmula TIN sería:
TIN = (total de intereses / importe total) * 100
Siguiendo con el último ejemplo: 5.000 / 100.000 * 100 = 5 %.
La tasa anual equivalente o TAE es una cifra que indica el coste o la rentabilidad total de un producto de financiación o ahorro. Este indicador no solo recoge el tipo de interés del préstamo, sino también los gastos que puede haber (como los seguros asociados o sus comisiones).
En un préstamo o hipoteca es el coste real que tendrás que pagar por pedir financiación, mientras que en un depósito bancario, muestra lo que ganarás al año. Y es que, la TAE tiene en cuenta todos los factores que influyen sobre la rentabilidad final. Por tanto, la TAE sirve para comparar varios préstamos entre sí y averiguar cuál es el más barato, pero también para comparar la rentabilidad real de productos de ahorro o inversión. En otras palabras, este indicador te permite saber de antemano lo que ganarás al año con un producto de ahorro o inversión o cuánto pagarás por el dinero que te preste el banco.
El Banco de España obliga a todas las entidades financieras a mostrar tanto el tipo de interés nominal como la tasa anual equivalente. Sin embargo, y especialmente en préstamos e hipotecas, puede que algunos bancos publiciten el TIN, y la TAE solo aparezca como letra pequeña. Recuerda que antes de contratar un producto bancario es muy importante que revises la tasa anual equivalente.
Pero ¿cómo calcular la TAE de un préstamo o de una hipoteca? ¿Y de un producto de ahorro? Esta es la fórmula TAE:
TAE = (1 + r/f)f-1
R es el tipo de interés nominal y F la frecuencia de los pagos. De todas formas, si la fórmula TAE te parece compleja, puedes utilizar el simulador que ofrece el Banco de España para calcular la TAE de un préstamo.
Para que entiendas mejor la diferencia entre el TIN y la TAE, echa un vistazo a los siguientes ejemplos:
Imagina que quieres contratar un préstamo de 20.000 € a devolver en ocho años con un tipo de interés nominal (TIN) del 5,99 %. Si los gastos de formalización del préstamo son de 60 € y la comisión de apertura es del 2 %, entonces la TAE sería del 6,81 %.
Capital | 20.000 € |
Plazo de devolución | 8 años |
TIN | 5,99 % |
Gastos de formalización | 60 € |
Comisión de apertura | 2 % |
TAE | 6,81 % |
Como puedes ver en la tabla anterior, el TIN y la TAE no son lo mismo. En el ejemplo, la TAE es superior al TIN y por eso el préstamo no es tan barato como parecía. Si en vez de un préstamo fuese una hipoteca con un plazo de devolución de 20 o 30 años, la diferencia entre el TIN y la TAE sería mayor. Puedes comprobarlo tú mismo con los simuladores del Banco de España.
¿Y si quieres depositar 10.000 € en un depósito a 12 meses con un TIN del 4 % sin gastos ni comisiones? Ahora imagina que tienes dos opciones: el depósito A (con liquidación anual de intereses) y el depósito B (con liquidación semestral). Aunque en principio ambos ofrecen la misma rentabilidad (4 %), al aplicar la fórmula TAE, los resultados son distintos:
Depósito A | Depósito B | |
Inversión | 10.000 € | 10.000 € |
TIN | 4 % | 4 % |
Gastos | 0 € | 0 € |
Comisiones | 0 € | 0 € |
Tipo de liquidación | Anual | Semestral |
TAE | 4 % | 4,04 % |
En este último ejemplo, el depósito B (con liquidación semestral de intereses) tiene una TAE mayor, por lo que te dará un beneficio más alto.
Conocer la TAE es muy importante para comparar opciones y valorar si estás o no ante una buena oportunidad. Puede que un banco te ofrezca un depósito a 3 meses o un depósito a 6 meses con un TIN interesante, pero si te fijas en la TAE, puede que el producto no merezca la pena.
Lo mismo ocurre con los créditos e hipotecas: la tasa anual equivalente muestra el coste real de la financiación porque incluye los gastos y las comisiones. Por ende, al fijarte en la TAE sabrás el coste o el beneficio real de obtener o prestar financiación.
Ten en cuenta que para captar tu atención, la mayoría de bancos te mostrarán siempre el TIN de sus productos, pero puede que no sean tan claros con su TAE y aparezca con letra pequeña. No obstante, el Banco de España obliga a las entidades financieras a mostrar la TAE de todos sus productos. Busca la tasa anual equivalente para poder tomar mejores decisiones.
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Si contratas un préstamo, cuanto más baja sea la TAE, menos tendrás que devolver al banco en concepto de intereses. Por eso, a la hora de obtener financiación debes buscar los productos con la TAE más baja. En cambio, con los productos de ahorro, mientras más alta sea la TAE, más beneficio obtendrás de tu capital.
En Raisin puedes comparar productos de ahorro de bancos europeos y españoles que ofrecen una tasa anual equivalente competitiva. Por ejemplo, puedes contratar una cuenta de ahorro o un depósito a 24 meses. Estos productos de ahorro tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6 y hasta 100.000 € por depositante y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional.
A la hora de comparar los intereses de productos de ahorro o de financiación, revisa la tasa anual equivalente porque incluye los gastos. En los productos de ahorro es mejor una TAE más alta, pero en hipotecas y préstamos mientras más baja sea la TAE, menos pagarás por pedir financiación al banco.
La TAE suele ser más alta que el TIN porque incluye las comisiones y los gastos que pagarás, como las comisiones de apertura, de mantenimiento, los seguros, etc.
La TAE incluye los gastos y las comisiones que cobra el banco, pero no otros gastos que pueda haber, principalmente al contratar una hipoteca, como gastos de notaría y gestoría.
Por lo general, mientras más largo es el plazo, más alta es la TAE. Es decir, las entidades suelen remunerar con un tipo de interés más alto a los ahorradores que les prestan su capital durante más tiempo.