Estonia, Francia, Alemania, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo y España han introducido una nueva etiqueta paneuropea para productos de ahorro, que incentiva a los ahorradores a invertir en la economía europea.
La etiqueta europea incentiva a los ahorradores a ahorrar dentro de la UE, principalmente en acciones, y exige una duración mínima de inversión de cinco años. El objetivo es reforzar los balances empresariales y fomentar el crecimiento, la innovación y el empleo.
Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia de la UE para unir los mercados de capitales y el ahorro y la inversión. Desde hace 10 años, la UE intenta integrar los mercados financieros para depender menos de la financiación extranjera, de países como EE. UU. Las normativas nacionales y las diferentes culturas financieras frenan el progreso, pero iniciativas como esta aceleran la integración.
El objetivo final es un mercado de capitales europeo más grande y eficiente, que no solo beneficie a las empresas, sino también a los ahorradores.
Los ahorradores con ahorros superiores a la media que quieran invertir a largo plazo pueden beneficiarse de estos nuevos productos. Con esta etiqueta pueden invertir en empresas europeas de forma más directa y diversificada, y esto puede traducirse en mayores rendimientos.
No obstante, el riesgo de estas inversiones también es mayor. Esta etiqueta ofrece más transparencia gracias a sus criterios y supervisión, pero las inversiones en renta variable tienen más riesgo que la renta fija.
Aunque esta iniciativa supone un cambio importante en la manera en que se utiliza el ahorro dentro de Europa, los productos de ahorro con esta etiqueta son para ahorradores e inversores que quieran asumir el riesgo de invertir en renta variable.