
El Índice IRAV del INE, que se aplica a los contratos firmados tras la Ley de Vivienda de mayo de 2023, sube en noviembre hasta el 2,29 %, la mayor subida desde su creación.
Se trata del nivel más alto desde que este indicador empezó a aplicarse hace un año y afectará a los contratos de arrendamiento de larga duración firmados tras la entrada en vigor de la norma en mayo de 2023. En cambio, los contratos anteriores a dicha ley deberán actualizarse con la referencia del IPC, que en noviembre alcanzó el 3,00 %, lo que supondrá un incremento de renta superior al marcado por el IRAV.
El IRAV se calcula con el IPC, la inflación subyacente, un parámetro de crecimiento a largo plazo y un coeficiente moderador que ajusta el índice a las condiciones del mercado. La actualización de rentas toma siempre el menor valor entre la tasa del IPC, la subyacente y la media ajustada, cumpliendo así la función de evitar incrementos desproporcionados en los alquileres.