El indicador retrocedió con fuerza en España (-2,6) y de forma más moderada en Alemania e Italia (-1,0). En contraste, los Países Bajos registraron un marcado incremento (+3,5), y Polonia un avance menor (+0,5). En Francia, apenas hubo variaciones.
Por sectores, la mayor pérdida de confianza se dio en los servicios y en la construcción (-0,3 puntos). En esta última, el 31,1 % de los constructores citaron la baja demanda como su principal freno, el 27,6 % apuntaron a la falta de mano de obra, el 8,5 % a limitaciones financieras y el 5,7 % a la escasez de materiales. En la industria, el descenso fue de -0,2 puntos, debido a un empeoramiento de las perspectivas de producción y de la exportación, por el impacto de los aranceles de Estados Unidos. En cambio, en el comercio minorista se observó una leve mejoría (+0,2).
Las familias también se mostraron más pesimistas respecto a sus finanzas futuras, aunque esta percepción se compensó parcialmente con un mayor optimismo en torno a las compras de bienes duraderos durante el próximo año.