La inflación de Estados Unidos se mantuvo sin cambios en julio de 2025, en el 2,7 % interanual. Así lo indican las nuevas cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). Aunque el aumento de los precios del alquiler y de la atención médica mantuvieron la inflación, el menor coste de la energía moderó el incremento total de los precios.
La energía volvió a ser un factor clave para contener la inflación estadounidense. Los precios de la gasolina bajaron un 2,2 % en términos mensuales y ahora están un 9,5 % por debajo del nivel de hace un año. La electricidad (-0,1 %) y el gas natural (-0,9 %) también se abarataron, aunque los precios del gas siguen siendo un 13,8 % más altos que en julio de 2024.
En cuanto al alquiler y la atención sanitaria, los precios siguen al alza. En concreto, los alquileres subieron un 0,2% en julio y un 3,7 % más que hace un año. La atención médica subió un 0,7 %, siendo los servicios dentales los que más subieron, un 2,6 %.
Por último, los precios de los alimentos se mantuvieron sin cambios en julio. La cesta de la compra se abarató un 0,1 % de media, sobre todo por la bajada de precios en las bebidas no alcohólicas (-0,5 %) y los huevos (-3,9 %). En cambio, comer fuera de casa fue más caro, un 0,3 %.
En lo que respecta a la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y la energía), fue del 3,1 %, por encima del objetivo del 2 % de la Reserva Federal. Esta cifra podría influir en los tipos de interés del banco central.
Cuando la inflación es relativamente alta, los ciudadanos pueden comprar menos con el mismo dinero. En este sentido, y dada la incertidumbre que rodea la evolución de los tipos de interés en los próximos meses tanto en EE. UU como en la Unión Europea, los productos de ahorro pueden ser una forma de evitar la incertidumbre y rentabilizar los ahorros con los tipos actuales para compensar la pérdida de poder adquisitivo.
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