Estás visitando la página web de España.
Please choose another option if this is not your country of residency.

El precio del "sí quiero": ¿cuánto cuesta casarse en España?

Casarse es, para muchas parejas, uno de los días más especiales de su vida. Un día lleno de emoción, recuerdos… y muchos gastos. Una encuesta de Raisin a más de 1.500 personas pone cifras a lo que muchos ya sospechaban: celebrar una boda sale caro. Y no solo para quienes se casan.

¿Cuánto cuesta una boda en España?

El gasto medio ronda los 16.175 euros, y aunque hay quienes consiguen ajustarse a presupuestos más bajos, no faltan parejas que superan los 30.000 € sin pestañear. Y si añadimos otro dato revelador, como los 116 invitados de media, entendemos por qué organizar una boda se ha convertido en una auténtica operación financiera, con meses (y a veces años) de ahorro detrás.

Wedding_survey.png

¿Cómo se pagan las bodas?

Principalmente, con esfuerzo. Una de cada dos parejas financia su boda con sus propios ahorros, aunque algunos también reciben ayuda económica de sus padres. Otros tiran de aportaciones de familiares, regalos de los invitados o incluso préstamos. Pero hay un consenso claro: casarse implica bastante planificación financiera.

Ahorrar para una boda lleva tiempo. Lo más habitual es dedicar entre uno y dos años a reunir el dinero necesario. Hay quienes lo logran antes, pero también muchas parejas que necesitan hasta cinco años para conseguirlo. Por eso, no sorprende que muchas prefieran no precipitarse: el 41 % se casa entre seis meses y un año después del compromiso, y otro 31 % espera entre uno y dos años antes de dar el paso.

Entre fotógrafos y flores: el despliegue detrás de una boda

Si hay algo que una boda necesita, además de amor, es toda la ayuda que cada pareja se pueda permitir. Desde la música hasta la tarta, cada detalle implica decisiones y también presupuestos.

En España, las parejas contratan una media de 8 proveedores distintos para su boda. Y aunque cada pareja tiene sus prioridades, hay algunas coincidencias bastante claras.

Coste-Wedding-Espana-super-small.png

El fotógrafo es el profesional más demandado y lo elige un 81 %, y no es de extrañar: es quien se encarga de capturar cada momento del gran día. Le siguen el vestido de novia (75 %), el cátering (73 %) y el traje de novio (66 %).

Ahora bien, si hablamos de gasto, el orden cambia: el lugar de celebración se lleva la mayor parte del presupuesto (5.170 € de media), seguido del cátering (4.436 €) y del vestido de novia (1.943 €). Incluso partidas aparentemente menores, como la decoración o los detalles para invitados, pueden superar los 600 €.

Y si hay un aspecto donde los españoles no están dispuestos a escatimar, es el vestuario: más de uno de cada cinco afirma que, pase lo que pase, no recortaría en el presupuesto del vestido o el traje del gran día.

El gasto invisible de las bodas. Más del 62 % de los españoles afirma haber ido a una boda más por compromiso que por ganas

No solo casarse cuesta. También asistir. Más del 60 % de los españoles admite haber ido a una boda más por compromiso que por verdadera ilusión. La razón más común es que se trataba de un familiar cercano: simplemente no se podía decir que no. Pero también entran en juego la presión social o el miedo a enfriar una amistad si se rechaza la invitación.

El coste emocional no es el único. Para muchos, asistir a una boda representa un esfuerzo económico considerable. 1 de cada 3 personas ha considerado no ir por no poder permitírselo, y un 20 % asegura haber tenido que rechazar alguna invitación por razones de dinero. Solo el 18 % dice no haberse visto nunca en esa situación.

Vestido, transporte y peluquería: el precio de ser invitado

Aunque no lleven anillo ni digan "sí, quiero", los invitados también pasan por caja. Ir a una boda puede suponer un gasto considerable, muchas veces superior al del propio regalo. Lo más habitual es gastar entre 100 y 300 euros solo en el vestuario, a lo que se suman otros costes como el transporte, el alojamiento, la peluquería o el maquillaje.

Más de un 40 % asegura haber tenido que pagar por pasar la noche fuera de casa, y cerca del 70 % gastó en ropa para sus acompañantes. A eso se añaden las despedidas de soltero/a, los días libres sin sueldo o el cuidado de niños y mascotas. En total, ir de boda no es solo un compromiso social, también lo es financiero.

El gasto adicional medio por asistir a una boda en España (además del regalo) es de aproximadamente 206 euros por persona.

¿Y cuánto se pone en el sobre?

Uno de los grandes dilemas para cualquier invitado: ¿cuánto es lo adecuado regalar?

Curiosamente, quienes asisten a las bodas tienden a tener el listón más alto que los propios novios. Casi un 30 % de los invitados considera que lo justo es dar entre 150 € y 200 €, mientras que la mayoría de los novios cree que con entre 100 € y 150 € es más que suficiente.

Además, hay diferencias por género: los hombres suelen quedarse en el tramo de 100–150 €, pero las mujeres son más generosas o tienen mayores expectativas y apuntan directamente al rango superior.

Aunque la mayoría de los invitados considera razonable regalar unos 150 euros, lo cierto es que esta cantidad no cubre, ni de lejos, el coste real de una boda. Solo el precio del cubierto suele ser bastante superior a esa cifra, algo que muchos desconocen hasta que les toca organizar su propio enlace.

Cada euro cuenta (y puede crecer)

Una boda es uno de los mayores esfuerzos financieros que muchas parejas afrontan. Y en un momento así, toda ayuda es bienvenida. Si tienes algo de dinero ahorrado, ponerlo a trabajar de forma inteligente puede marcar la diferencia. A veces, ese pequeño margen es justo lo que permite pagar uno o dos proveedores sin agobios.

Marta Pinedo, directora de Raisin en España, lo resume así: “Ahorrar bien no es solo guardar, es hacerlo de forma eficiente. Una boda supone un reto financiero enorme, y tener un colchón que crezca mientras planificas puede darte margen, seguridad y la libertad de no tener que renunciar a lo que realmente quieres en un día tan importante.”

Porque casarse con cabeza es la mejor manera de empezar.