Inicio > Cuenta de ahorro > Diferencias entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro
Hay multitud de productos bancarios muy populares, como las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro. Pero ¿sabes cuál es la principal diferencia entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro? Descubre toda la información que necesitas con Raisin.
Una cuenta corriente es un producto bancario que puedes utilizar para tus gestiones financieras diarias.
Una cuenta de ahorro es un producto de ahorro para obtener una rentabilidad.
Las cuentas corrientes suelen pedir que domicilies tu nómina o pensión o que contrates algún producto. En cambio, las cuentas de ahorro te permiten ahorrar sin pagar comisiones y sin contratar otro producto.
Una cuenta corriente es un tipo de cuenta bancaria que se utiliza para el día a día. Permite domiciliar la nómina o la pensión, ingresar y retirar efectivo con carácter inmediato, transferir fondos y, por supuesto, vincular una tarjeta de crédito o débito. También ofrece la domiciliación bancaria de préstamos y el pago de impuestos o las facturas de suministros.
A la hora de elegir una cuenta corriente es importante que elijas una en la que cumplas todas las condiciones para no pagar comisiones. Las condiciones pueden variar, por ejemplo, domiciliar la nómina o pensión, contratar un producto bancario, tener ingresos mensuales de mínimo 600 €, o incluso la obligación de realizar un determinado número de compras mensuales.
Todas las cuentas corrientes tienen las siguientes características:
Existen varios tipos de cuentas corrientes:
Cuenta corriente remunerada: las cuentas remuneradas sí generan intereses, pero la remuneración siempre va a ser menor que la de los productos bancarios destinados al ahorro.
Cuenta corriente con nómina: algunas entidades bancarias pueden ofrecer ventajas adicionales si domicilias tu nómina.
Cuenta corriente para empresas: solo disponible para sociedades limitadas registradas en España.
También se pueden clasificar según el público al que vayan destinadas:
Para niños: en este caso el titular es menor de edad, pero debe contar con la autorización de sus padres o tutor legal. En ocasiones, el banco puede solicitar que el padre o la madre sean clientes.
Para estudiantes: este tipo de cuenta corriente suele ofrecer descuentos y está dirigida a jóvenes que son mayores de edad pero no superan, por lo general, los 25 años.
Para pensionistas: suele solicitar que el pensionista domicilie su pensión.
Una cuenta de ahorro es un producto bancario con el que los ahorradores obtienen una rentabilidad previamente acordada por depositar dinero en la cuenta. A diferencia de los depósitos a plazo, las cuentas de ahorro permiten la cancelación anticipada y no suelen tener permanencia.
Por ende, el titular puede acceder a su dinero cuando lo necesite. No obstante, siempre es recomendable leer detenidamente las condiciones y prestar atención a las cláusulas sobre el pago de intereses o el saldo mínimo o máximo sobre el que se calculan esos intereses.
Se pueden contratar por vía telefónica, online o presencialmente en una oficina bancaria.
La rentabilidad y el importe máximo a remunerar varían según la entidad bancaria. Tenlo en cuenta a la hora de elegir una.
A continuación puedes ver las principales diferencias entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro:
Las cuentas corrientes suelen tener como requisito la domiciliación de una nómina o pensión. De no ser así, lo más probable es que tengan comisiones o que te pidan que contrates otro producto, como un seguro. Sin embargo, las cuentas de ahorro te permiten ahorrar sin cobrarte comisiones o sin contratar otros productos.
Algunas cuentas corrientes no tienen comisiones, pero tampoco te darán una rentabilidad por tus ahorros. Las cuentas de ahorro, por el contrario, suelen dar algún tipo de remuneración en función del saldo que tengas.
Las cuentas de ahorro no permiten la utilización de cheques ni suelen cubrir descubiertos, a diferencia de las cuentas corrientes que sí ofrecen estos servicios.
Como ya hemos adelantado, depende de tus necesidades. Si todavía tienes dudas, puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿quiero ingresar mi nómina o pensión? ¿Necesito contratar un seguro o una hipoteca? ¿Mi único objetivo es ahorrar? ¿Estoy dispuesto a pagar comisiones? ¿Prefiero que el banco tenga una sucursal?
En cualquier caso, no tienes que elegir entre una cuenta de ahorro o una cuenta corriente: puedes tener una cuenta corriente para tus operaciones y gestiones bancarias diarias, y una cuenta de ahorro remunerada para obtener una ganancia con tus ahorros. En Raisin puedes comparar cuentas de ahorro de bancos europeos y españoles y contratar la que mejor se adapte a tus planes. Es fácil y sin comisiones.
Los siguientes apartados te ayudarán a elegir la mejor cuenta para ti:
Abre una cuenta corriente si:
Necesitas una cuenta bancaria para recibir tu nómina o pensión.
Quieres una tarjeta bancaria para hacer compras.
Envías dinero al extranjero y prefieres hacerlo de una cuenta bancaria a otra.
Debes domiciliar los gastos de suministros u otras facturas a una cuenta bancaria.
Buscas un producto bancario con el que puedas hacer las operaciones bancarias descritas arriba y otras gestiones bancarias sencillas.
Si quieres rentabilizar tu capital con un producto de bajo riesgo, abre una cuenta de ahorro que te dé intereses por tu dinero. No olvides comparar la TAE (tasa anual equivalente), pues este porcentaje indica el beneficio que obtendrás.
Recuerda que los intereses generados debes añadirlos en la base imponible del ahorro de la declaración de la Renta y tributan con tipos del 19 al 30 %. El beneficio neto será la TAE menos los impuestos.
No es necesario elegir entre cuenta de ahorro y cuenta corriente, puedes tener una para cada fin: la primera para ahorrar y la segunda para tus operaciones bancarias diarias (pagar con tarjeta, recibir la nómina, etc.).
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No, las cuentas de ahorro no permiten la domiciliación de recibos o nóminas, ya que están pensadas para ahorrar.
Si abres una cuenta de ahorro en un banco de la Unión Europea, tus ahorros estarán protegidos hasta 100.000 € por depositante y banco. Lo mismo ocurre si tienes este montante en una cuenta corriente de un banco español o europeo.
Las cuentas de ahorro te permiten automatizar tu ahorro. Para ello, solo tendrás que hacer una transferencia de tu cuenta corriente a tu cuenta de ahorro e indicar que esta transferencia se repita todos los meses o con la frecuencia que quieras.