El tipo de interés a plazo fijo informa de la rentabilidad de algunos productos bancarios, como los depósitos. O dicho de otro modo, es el indicador que determina la ganancia que se obtiene después del plazo del depósito.
El tipo de interés a plazo fijo es el que se utiliza para los depósitos a plazo.
Muestra el beneficio que obtendrá el ahorrador por no poder acceder a su dinero hasta el plazo de vencimiento.
Hay dos tipos de interés, el TIN y la TAE. Este último incluye los gastos, por lo que suele utilizarse para comparar productos.
Los intereses obtenidos a plazo fijo tributan en la base imponible del ahorro de la declaración de la Renta.
El tipo de interés a plazo fijo sirve para calcular la remuneración que un banco concede por la contratación de sus productos. Normalmente se aplica sobre los depósitos bancarios y se calcula como un porcentaje fijo a lo largo de todo el plazo de remuneración del producto.
Por ejemplo, si un depósito tiene un interés a plazo fijo anual del 2 % TAE, significa que todos los años aplicará un 2 % TAE sobre ese capital. Si lo aplicamos sobre 1.000 €, obtendremos 20 € cada año.
Sin embargo, este tipo de interés no tiene por qué calcularse de forma anual. Existen algunos productos que tienen tipos de interés a plazo fijo con otros periodos, como mensual, trimestral o semestral.
Eso sí, los depósitos a plazo fijo tienen un plazo de vencimiento y el cliente no podrá acceder a su dinero hasta que finalice. Si necesita el dinero antes de que haya transcurrido el plazo, puede haber una penalización que dependerá de las condiciones del producto.
Los intereses que se devengan por los depósitos a plazo fijo tributan como rendimientos del capital mobiliario, y habrá que incluirlos en la declaración de la Renta dentro de la base imponible del ahorro.
El banco aplicará la retención correspondiente a la ganancia obtenida (si aplica) en el momento de recibir el abono en la cuenta corriente. Se aplican los siguientes tipos impositivos:
Hasta 6.000,00 € | 19 % |
De 6.000,00 € a 50.000,00 € | 21 % |
De 50.000,00 € a 200.000,00 € | 23 % |
De 200.000,00 € a 300.000,00 € | 27 % |
Más de 300.000,00 € | 30 % |
En la mayoría de productos bancarios puedes encontrar dos tipos de interés: la tasa anual equivalente (TAE) y el tipo de interés nominal (TIN). ¿En qué se diferencian?
Tradicionalmente, los productos bancarios que ofrecen un tipo de interés a plazo fijo son los depósitos. De hecho, continúan siendo el principal instrumento de ahorro de los hogares españoles, muy por encima de otras alternativas como los fondos de inversión.
Su éxito se debe a que son productos de bajo riesgo ya que, además de tener una rentabilidad garantizada, hasta 100.000 € por depositante y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos del país en el que contrates el producto.
Normalmente, a menor riesgo, menos rentabilidad. Pero puede haber entidades que decidan ofrecer tipos de interés a plazo fijo competitivos si necesitan captar depósitos. En Rasin puedes acceder a depósitos a plazo fijo de entidades españolas y europeas con hasta un 2,80 % TAE.
Antes de la crisis económica de 2008, los depósitos a plazo fijo ofrecían una remuneración interesante, en algunos casos llegando hasta el 7 % TAE. Después, con las medidas monetarias expansivas del BCE, los depósitos bancarios tuvieron tipos de interés a plazo fijo cercanos al 0 %.
En 2023, los tipos de interés a plazo fijo subieron y llegaron a ser superiores al 4 % en los depósitos ofrecidos por algunos bancos colaboradores de Raisin. En el último año, a pesar de las bajadas de tipos del BCE, todavía había depósitos con rentabilidades entre el 2 y el 3 %.