Con el tiempo, los precios suelen subir y eso reduce tu poder adquisitivo. Pero ¿cómo rentabilizar mis ahorros para que no pierdan valor? Descubre algunas opciones a continuación.
Empieza a rentabilizar tus ahorros lo antes posible para aprovechar el interés compuesto.
En la siguiente tabla puedes ver algunos productos de ahorro e inversión, pero recuerda que la rentabilidad no está garantizada:
Cuentas remuneradas | Bajo | Variable, la rentabilidad puede subir o bajar según las necesidades de la entidad | Alta |
Depósitos a plazo fijo | Bajo | Fija, la rentabilidad se sabe al contratar el depósito | Media |
Fondos monetarios | Bajo | Invierte en renta fija a muy corto plazo | Alta |
Bonos del Estado | Bajo | Rentabilidad definida por la emisión y según plazo | Media |
Un fondo de emergencia es un colchón económico para hacer frente a gastos imprevistos. Es decir, es una cantidad de dinero que ahorras para situaciones inesperadas que puedan surgir. Por ejemplo, una avería del coche que te cueste un 80 % de tu salario mensual o tener que comprar un frigorífico nuevo justo cuando se acaba la garantía del que tienes. Estas dos situaciones pueden hacer que no tengas suficiente para pasar el mes o que tengas que utilizar el dinero que decidiste ahorrar para vacaciones.
Para hacer frente a estos pagos imprevistos es importante tener un fondo de emergencia. Pero hay una razón más para tenerlo: puedes depositar este capital en productos bancarios que ofrezcan rentabilidad, como las cuentas remuneradas.
Pero ¿cuánto dinero necesito en mi colchón financiero? Aunque no hay una respuesta exacta, en Raisin consideramos que entre 3 y 6 meses de tus gastos habituales, aunque esto dependerá de tus circunstancias personales.
Si te preguntas dónde invertir tus ahorros, no olvides que toda inversión conlleva riesgo, aunque el nivel varía según el producto. Por eso, invierte solo el dinero que no vas a necesitar en los próximos meses.
Invertir a corto plazo también es una forma de obtener un beneficio con tus ahorros. Sin embargo, ten en cuenta que si son inversiones con alta volatilidad, como el trading a través de contratos por diferencia, puedes tener pérdidas y hasta perder más dinero del que has invertido si utilizas apalancamiento financiero. Por esta razón, solo debes invertir los ahorros que no vas a necesitar en los próximos meses.
Si crees que puedes necesitar ese capital próximamente (para pagar la universidad de tus hijos, renovar el cuarto de baño de casa, etc.), solo podrás rentabilizar tu dinero con productos a corto plazo que sean líquidos y de bajo riesgo, como las cuentas con remuneración, o incluso los depósitos a 3 meses o los depósitos a 6 meses. Así reduces el riesgo de tener que deshacer tus inversiones antes de tiempo. En Raisin puedes elegir depósitos a un año y a plazos inferiores.
El efecto bola de nieve del interés compuesto hace que el dinero invertido pueda aumentar con el tiempo, dependiendo del plazo y las condiciones, porque los intereses generados se suman al capital inicial depositado para generar nuevos intereses.
Como es lógico, cuanto mayor sea la duración de la inversión, mayores serán los efectos del interés compuesto. Esta es una de las razones para empezar a ahorrar hoy mismo si quieres que tu capital crezca.
Las comisiones son los costes que pagarás por tener tu dinero invertido. Cuanto mayores sean, menor será el beneficio neto de la inversión. Por este motivo, si quieres maximizar la rentabilidad neta, elige productos de ahorro o inversión con comisiones mínimas.
Para que entiendas mejor cómo afectan las comisiones a tu rentabilidad neta, imagina que puedes elegir entre dos inversiones, A y B. Ambas proporcionan un tipo de interés del 3,00 %, pero sus comisiones son diferentes: la inversión A tiene unas comisiones del 0,50 % y la inversión B del 1,00 %. ¿Qué rentabilidad neta obtendrías de cada una si inviertes 50.000 €?
En el siguiente ejemplo ilustrativo puedes ver que la inversión A genera hasta 250 € más al mes, pero los resultados pueden variar según el producto y las condiciones.
A | 50.000 € | 3,00 % | 0,50 % | 1.250 € |
B | 50.000 € | 3,00 % | 1,00 % | 1.000 € |
No existe inversión sin riesgo, pero diversificar ayuda a equilibrarlo. Por ende, diversificar es la mejor estrategia para equilibrar el riesgo total de tu inversión. Para hacerlo, invierte en activos tanto de renta fija como de renta variable. También en productos de diferentes países, como instrumentos de deuda pública del Gobierno español y en acciones de una multinacional americana.
De hecho, la renta fija y la renta variable tienen comportamientos opuestos: cuando una sube, la otra baja, y esto aporta estabilidad a tu cartera de inversión, sobre todo durante una crisis económica.
En este sentido, si quieres invertir en un fondo de inversión, elige uno con instrumentos de varios países, como un fondo indexado al índice MSCI World.
Existen muchos activos financieros, cada uno con su nivel de riesgo y potencial de rendimiento. No obstante, primero debes preguntarte qué riesgo quieres asumir y qué rentabilidad deseas obtener. En función de las respuestas, podrás identificar qué productos encajan mejor con tu perfil de inversor.
Recuerda informarte bien de cada producto de ahorro o inversión que estés barajando y revisar si hay comisiones.
¿No te importa poner tu dinero en riesgo? Si este es tu caso, puedes invertir en criptomonedas. Los criptoactivos son instrumentos muy volátiles que pueden darte rentabilidad alta, pero su riesgo es muy elevado porque su valor puede fluctuar con mucha intensidad en periodos cortos.
Los fondos monetarios son un tipo de fondo de inversión en renta fija a corto plazo, como deuda pública, bonos, pagarés, etc. Son muy líquidos, de bajo riesgo y su rentabilidad suele ser baja.
El inversor conservador suele elegir instrumentos de deuda pública, pues el emisor es el gobierno de un país y el riesgo de impago es bajo, pero no inexistente.
En España, el Gobierno español emite los Bonos del Estado, las Letras del Tesoro y las Obligaciones del Estado, aunque el plazo de vencimiento y la rentabilidad varían según el producto y la oferta emitida. Su riesgo es bajo, pero recuerda que el riesgo cero no existe.
No existe una única forma de rentabilizar tu dinero, depende del nivel de riesgo que quieras asumir y de la rentabilidad potencial que busques.
Toda inversión implica asumir riesgos, aunque el nivel depende del producto elegido. Si tienes alta aversión al riesgo, puedes optar por contratar productos de bajo riesgo como los depósitos o las cuentas de ahorro.