¿Sabías que puedes comprar deuda pública para rentabilizar tus ahorros? Son títulos de bajo riesgo que emite el Gobierno español: las Letras del Tesoro o los Bonos y Obligaciones del Estado. Sigue leyendo y descubre las diferencias entre estos tres tipos de deuda soberana y sus ventajas y desventajas principales.
La deuda pública son títulos que emite un gobierno para financiarse cuando no tiene suficientes ingresos para cubrir sus necesidades presupuestarias.
En España se emiten las Letras del Tesoro y los Bonos y Obligaciones del Estado. La principal diferencia entre estos tres tipos de deuda soberana es el plazo.
Los instrumentos de deuda del Gobierno español son líquidos porque se pueden comprar y vender en el mercado secundario. También se pueden comprar en el mercado primario a través del Banco de España o del Tesoro Público.
A mayor riesgo de la deuda pública, más rentabilidad suele ofrecer. De ser así, los ahorradores que prefieran productos de bajo riesgo pueden optar por depósitos o cuentas de ahorro.
Si un estado no tiene suficientes ingresos para cubrir sus necesidades presupuestarias puede optar por emitir títulos de deuda pública para financiarse. Cuando los inversores y ahorradores compran esos títulos lo que están haciendo es prestar su capital a un gobierno durante un tiempo determinado con el objetivo de obtener un interés a cambio.
Pero no solo las personas físicas pueden comprar deuda de un país, los bancos y otros países también pueden hacerlo. Así, la deuda soberana es la suma de todas las deudas de un estado. En España, el Gobierno ofrece tres tipos de deuda pública con renta fija: las Letras del Tesoro y los Bonos y Obligaciones del Estado.
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Como ya hemos adelantado, el Gobierno español ofrece deuda pública a través de las Letras del Tesoro y los Bonos y Obligaciones del Estado. La principal diferencia entre estos tres tipos de deuda soberana es el plazo de vencimiento, aunque hay otros aspectos que debes tener en cuenta:
Los Bonos y Obligaciones del Estado son instrumentos de deuda pública a medio y largo plazo, de hecho, la única diferencia que hay entre estos dos tipos de deuda soberana es el plazo. Los Bonos del Estado se emiten a tres y cinco años, mientras que las Obligaciones del Estado son a 10, 15, 30 y 50 años, por lo que es una inversión a muy largo plazo.
Ambos tipos de deuda del Gobierno ofrecen un interés periódico en forma de cupón que se paga de forma anual. La inversión mínima tanto de los Bonos del Estado como de las Obligaciones del Estado es de 1.000 euros o múltiplos de esta cifra. Se pueden comprar tanto en el mercado primario como en el secundario, lo que significa que son bastante líquidos, es decir, fáciles de vender.
Las Letras del Tesoro son valores de renta fija que emite el Tesoro Público con un vencimiento a 3, 6, 9 y 12 meses, por tanto, es deuda pública a corto plazo. Se crearon en junio de 1987, cuando se puso en funcionamiento el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones. La cantidad mínima para invertir es de 1.000 euros o múltiplos de este importe.
Se emiten mediante subasta al descuento o a premio. Esto significa que el precio de adquisición de las Letras del Tesoro puede ser diferente en el momento en que recuperas tu capital. En cualquier caso, la diferencia entre el precio de reembolso y el precio de adquisición es la rentabilidad que obtienes. Ten en cuenta que, como son un instrumento a corto plazo, la variación entre estos precios suele ser pequeña, por lo que son de bajo riesgo.
A diferencia de los Bonos y las Obligaciones del Estado, los intereses se cobran al vencimiento. Sin embargo, estos tres tipos de deuda pública sí se compran de la misma forma. Hay dos opciones:
En el mercado primario: en una oficina del Banco de España, con cita previa; o a través de la página web del Tesoro Público, en su servicio de compraventa de valores.
En las subastas del Tesoro Público se emite deuda pública y se sube o baja la rentabilidad respecto a subastas anteriores. En este sentido, la prima de riesgo es un indicador que mide la solvencia de un estado y, consecuentemente, muestra la confianza que tienen los inversores en la economía de ese país.
En concreto, la prima de riesgo es el sobreprecio que un emisor debe pagar por colocar su deuda, y es la diferencia entre el interés del país con más riesgo y el interés del país de referencia, que en la caso de la eurozona es Alemania. Por todo esto, el resultado de la prima de riesgo afecta directamente a la rentabilidad de la deuda pública de España, pues a menor riesgo, menos rentabilidad suele ofrecer.
Para que lo entiendas mejor, si España pierde solvencia, emitirá deuda pública más riesgosa y con más rentabilidad, y esto puede hacer que los inversores conservadores busquen otras opciones, como depósitos a 3 meses o cuentas remuneradas.
Al igual que ocurre en otros productos de ahorro e inversión, los diferentes tipos de deuda pública que emite el Gobierno español tienen ventajas y desventajas.
Puedes elegir entre diferentes plazos de vencimiento. Así, si estás ahorrando para reformar tu casa en uno o dos años, puedes optar por las Letras del Tesoro; pero si quieres ahorrar para la jubilación y buscas combinar tu plan de pensiones y tus depósitos a plazo fijo con un producto muy a largo plazo, puedes optar por las Obligaciones del Estado.
Algunas personas pueden considerar este tipo de inversión como una forma de ayudar al Estado y a la sociedad.
La rentabilidad es fija y el inversor no tiene que seguir los movimientos de los mercados financieros para ajustar su cartera de inversión.
Son aptos para inversores poco experimentados. Si eres un inversor moderado o un inversor conservador, puedes invertir en estos títulos de forma fácil, independientemente de tus conocimientos.
Si decides vender en el mercado secundario antes del plazo, podrías tener pérdidas, aunque dependerá de la evolución de los tipos de interés o de si cambia la calificación crediticia del emisor. Por ejemplo, imagina que compras Bonos del Estado a tres años y un año y medio después los intereses suben. En ese caso, tus títulos tendrán un tipo inferior a los del mercado primario, por ende, ofrecerían una rentabilidad inferior. Del mismo modo, si baja la calificación crediticia del emisor, los títulos serán menos atractivos porque implicarían más riesgo.
En la siguiente tabla puedes ver la evolución de la deuda pública española durante los últimos años:
Año | Deuda Total (millones de euros) | Deuda (% PIB) | Deuda per cápita |
---|---|---|---|
2024 (noviembre) | 1.622.259 | 105,33 % | 33.238 € |
2023 | 1.575.372 | 105,10 % | 32.396 € |
2022 | 1.504.105 | 109,50 % | 31.304 € |
2021 | 1.429.404 | 115,70 % | 30.101 € |
2020 | 1.346.916 | 119,30 % | 28.417 € |