Cómo invertir en el S&P 500 desde España

Seguro que has oído hablar del S&P 500, pero quizá no sabes qué es o dónde puedes invertir en él. Sigue leyendo y descubre cómo invertir en este índice y todo lo que debes saber al respecto.

En pocas palabras
  • El S&P 500 es un índice bursátil compuesto por 500 empresas de Estados Unidos.

  • Se puede invertir en él comprando las acciones de cada empresa o mediante fondos cotizados o indexados.

  • Para hacerlo, puedes utilizar los servicios de un bróker o un robo advisor.

  • Si tienes alta aversión al riesgo, considera opciones que se ajusten más a tu perfil de inversor, como los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro.

¿Qué es el S&P 500 y por qué invertir en este índice?

El índice S&P 500, o índice Standard and Poor’s 500, es un índice bursátil que mide la fortaleza de la economía de Estados Unidos al monitorizar la capitalización de mercado de las 500 empresas principales del país. Pero ¿qué empresas son estas y por qué muchas personas deciden invertir en este índice?

Definición del S&P 500 y qué empresas lo componen

El S&P 500, que se creó en 1957, es una cesta formada por las acciones de 500 empresas de Estados Unidos y refleja el valor de la suma ponderada de estas compañías. Esto significa que las empresas más grandes influyen más en el valor y la cotización del índice. 

Aunque las 500 empresas que componen el S&P 500 no son las más grandes de Estados Unidos, sí tienen un papel fundamental en su economía. Cada trimestre, un comité reconstruye el índice seleccionando las diferentes empresas. Para ello, tiene en cuenta varios factores: el tamaño, la rentabilidad, el número de acciones que se compran y venden cada día y el porcentaje de acciones que están en el mercado bursátil, entre otros. Además, hay algunos requisitos:

  • La empresa debe ser de Estados Unidos y cotizar en el NYSE o el NASDAQ.

  • La capitalización de mercado debe ser igual o mayor a 13,1 mil millones de dólares.

  • Tener un valor anual negociado superior a 1.0.

  • El volumen de negociación mensual debe ser de 250.000 acciones como mínimo en los seis meses anteriores.

  • No pueden formar parte del S&P 500, entre otros, las sociedades limitadas, las sociedades limitadas maestras, los ETF o las acciones de seguimiento y de depósito estadounidense.

Los sectores a los que pertenecen las empresas del S&P 500 son (el porcentaje es aproximado): información tecnológica, 28 %; salud, 13 %; productos de consumo discrecional, 13 %; sector financiero, 11 %; comunicación, 11 %; sector industrial, 8 %; productos de primera necesidad, 5,5 %; energía, 3 %; inmobiliarias, 2,5 %; materiales, 2,5 %; servicios públicos, 2,5 %.

¿Por qué es uno de los índices bursátiles más populares del mundo?

Al reflejar el rendimiento de 500 empresas de Estados Unidos, el S&P 500 es un indicador que mide la salud de la economía estadounidense. Esto lo convierte en uno de los índices bursátiles más populares de todo el mundo y uno de los favoritos de muchos inversores, puesto que Estados Unidos no deja de ser una de las economías más importantes. De hecho, si la economía de Estados Unidos deja de crecer, es muy probable que esa desaceleración llegue a otras partes del mundo.

A esto hay que añadir que si una empresa del S&P 500 está en crisis, probablemente otras empresas también lo estén. A modo de ejemplo, si Amazon vende menos, las empresas que ofertan sus productos a través de este supermercado gigante también facturan menos. Por esta razón, un mal día para el S&P 500 puede traducirse en un mal día para otros índices, como el IBEX 35.

Rentabilidad histórica y volatilidad del S&P 500

La rentabilidad media anual del S&P 500 ha sido de aproximadamente un 10 % durante los últimos 100 años. Y aunque puede tener volatilidad, es un índice más estable que otros índices bursátiles y que otros activos de mucho más riesgo, como las criptomonedas.

¿Cómo invertir en el S&P 500 desde España?

Si te preguntas dónde invertir en el S&P 500, hay varios brókeres, robo advisors y plataformas de inversión que te permiten hacerlo. Sin embargo, la pregunta correcta es cómo invertir en el S&P 500, o lo que es lo mismo, ¿con qué instrumentos o activos financieros? A continuación puedes ver varias formas para operar en este índice:

  • Acciones individuales: una forma de invertir en el S&P 500 es comprando acciones de las empresas que componen el índice. La mayoría son empresas muy grandes de Estados Unidos, por lo que es fácil invertir en estas acciones individuales usando un bróker. No obstante, es prácticamente imposible comprar acciones de todas las empresas del S&P 500 por su alto valor.
  • Fondos de inversión: hay muchos tipos de fondos de inversión, pero hay dos que te permiten invertir en el S&P 500. Por un lado, los ETF o fondos cotizados que replican la evolución de un índice financiero y son de gestión pasiva. Un ejemplo de ETF que imita al S&P 500 es el fondo Vanguard S&P 500 UCITS ETF USD Acc. Por otro lado, están los fondos indexados, que no cotizan en bolsa pero invierten en las mismas acciones que el S&P 500.

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¿Es buen momento para invertir en el S&P 500?

Por lo general, el mejor momento para invertir en el S&P 500 es cuando hay más volatilidad. Esta volatilidad puede tener varias causas: cambios en la política monetaria de Estados Unidos, bajadas de tipos de interés por parte de la FED, una pandemia, un cisne negro, etc. En cualquier caso, al ofrecer diversificación y haber tenido una rentabilidad positiva en los últimos 100 años, es una buena opción para invertir a largo plazo.

Ventajas de invertir en el S&P 500

Estas son las ventajas de invertir en el S&P 500:

  • Diversificación: al invertir en el S&P 500, estarás invirtiendo en 500 empresas de varios sectores. 

  • Transparencia: el inversor puede seguir de cerca la evolución tanto del índice como de cada una de las empresas que lo componen.

  • Facilidad: si inviertes a través de un fondo de inversión, en realidad invertirás en muchas empresas con solo una sola inversión. Es decir, sin tener que invertir en cada una de las empresas de forma individual.

  • Rentabilidad: el rendimiento anual de este índice ha sido positivo durante los últimos años, sobre un 10 %.

  • Liquidez: puedes vender las participaciones del fondo de inversión cuando quieras. Por tanto, es un tipo de inversión líquida.

Desventajas de invertir en el S&P 500

Las desventajas de invertir en el S&P 500 son las siguientes:

  • Volatilidad: si eres un inversor conservador, deberías optar por opciones menos riesgosas como los depósitos y las cuentas remuneradas. Invertir en el S&P 500 implica asumir el riesgo de perder todo o parte del capital invertido. Por este motivo, no es una inversión que se adapte a todos los tipos de inversor
  • Largo plazo: si quieres obtener un beneficio de tus ahorros a corto plazo, el S&P 500 no es la mejor alternativa. No hay que olvidar que las acciones son renta variable, y en este caso es mejor operar en el largo plazo para poder recuperar la inversión si hay caídas.

Preguntas frecuentes sobre invertir en el S&P 500

Sí, puedes invertir en el S&P 500 con poco dinero, pero tendrás que hacerlo comprando participaciones de fondos cotizados o fondos indexados.

En los últimos años, la rentabilidad anual media ha sido de un 10 %, aproximadamente.

Los ETF, o fondos cotizados, funcionan como las acciones: se pueden comprar y vender en la bolsa en cualquier momento y su valor fluctúa durante la sesión bursátil. En cambio, los fondos indexados pueden comprarse y venderse una vez al día con el valor que marca el cierre del mercado.

En cuanto a su fiscalidad, los ETF deben tributar cuando se hace un traspaso. Por ende, no tienen una fiscalidad ventajosa, algo que sí ocurre en los fondos indexados: no hay que pagar impuestos si se traspasan las participaciones de un fondo a otro. Esta fiscalidad ventajosa puede ayudarte a pagar menos impuestos en la declaración de la Renta.

La plusvalía obtenida al invertir en el S&P 500 tributa en la declaración de la Renta. En concreto, se añade a la base imponible del ahorro, cuyos tipos impositivos van del 19 al 30 %. Recuerda que solo se tributa por la plusvalía obtenida (la diferencia entre el precio de venta de un activo y su precio de compra con los gastos asociados).