¿Sabes qué es un plan de pensiones? Este instrumento financiero puede ayudarte a mantener tu nivel de vida cuando te jubiles. Existen diversos tipos y para elegir uno tendrás que prestar atención a la rentabilidad y al riesgo.
Los planes de pensiones son un producto de ahorro e inversión pensado para complementar la pensión pública de jubilación.
Los titulares hacen aportaciones que recuperarán en el futuro, aunque tienen un límite anual de 1.500 € (planes de pensiones privados) y 8.500 € (planes de empleo).
Las aportaciones se pasan a un fondo de pensiones que invierte en activos con el objetivo de obtener una rentabilidad.
Para elegir uno, ten en cuenta tu edad, el riesgo, las comisiones y la rentabilidad.
Un plan de pensiones es un producto financiero a largo plazo cuyo objetivo es destinar parte de tus ingresos actuales a la jubilación, para complementar la pensión que recibirás de la Seguridad Social.
El titular de un plan de pensiones hace aportaciones periódicas o puntuales, y no podrá recuperarlas hasta que se jubile, salvo en algunas excepciones. Estas aportaciones están limitadas a los 1.500 € anuales para los planes de pensiones privados o individuales (o hasta el 30 % de la base imponible), y a 8.500 € para los planes de pensiones de empleo.
En caso de minusvalía, física igual o superior al 65 % y psíquica igual o superior al 33 %, el límite anual es de 24.250 €, y las aportaciones hechas a tu favor por terceras personas no podrán superar los 10.000 € al año.
Los promotores de los planes de pensiones, que pueden ser empresas, sindicatos u organizaciones, se encargan de diseñarlos y ponerlos en funcionamiento. Después, las aportaciones de los titulares se pasan a un fondo de pensiones, que se encarga de invertir en activos para rentabilizar esas aportaciones.
Por tanto, un plan de pensiones funciona como un fondo de inversión, ya que la rentabilidad y el riesgo dependen de los activos elegidos.
Por otro lado, las gestoras se encargan de diseñar las políticas de inversión de los fondos de pensiones, aunque también hay un organismo gubernamental que los controla, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). El objetivo de este organismo y de las gestoras es evitar delitos que puedan afectar negativamente a los futuros pensionistas.
El rescate de un plan de pensiones es el momento en el que el titular retira el dinero. Normalmente, coincide con la jubilación, que en 2025 es a los 65 años o a los 66 años y ocho meses si se tienen menos de 38 años y tres meses cotizados.
Hay tres formas de rescatar el dinero: en forma de capital, se recuperan todos los fondos de golpe; en forma de renta, el dinero se recibe poco a poco; y de forma mixta, que combina las otras dos opciones. Sin embargo, recuerda que si haces el rescate en forma de renta pagarás menos impuestos.
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Debido a la pirámide poblacional actual, cada vez hay más pensionistas en España y menos cotizantes en la Seguridad Social. Esto puede hacer que las pensiones públicas se reduzcan en las próximas décadas por la falta de financiación en la hucha de las pensiones.
Por este motivo, el Gobierno español está fomentando la contratación de planes de pensiones para complementar la pensión pública de jubilación. Y es que, si las pensiones públicas se reducen, muchos españoles no podrán mantener su nivel de vida cuando dejen de trabajar.
Una de las medidas que ha tomado el Gobierno para que los españoles contraten planes de pensiones es mejorar su fiscalidad. Esto significa que el titular pagará menos impuestos.
En 2025, el titular del plan de pensiones puede desgravar las aportaciones en la declaración de la Renta con un límite de 1.500 € (cantidad que puede ampliarse con hasta 8.500 € más si el incremento proviene de contribuciones empresariales).
Igualmente, la fiscalidad de los planes de pensiones ha mejorado todavía más para los planes de empleo. Así, se han añadido deducciones para empresas y trabajadores que los contraten. Por ejemplo, las empresas pueden deducir las aportaciones que hagan de su cuota a la Seguridad Social.
Los planes de pensiones se pueden clasificar de varias formas. A continuación puedes ver los diferentes tipos según el promotor y según las inversiones.
Planes de pensiones de empleo: los que ofrecen las empresas a sus empleados.
Dependiendo de la composición de la cartera, existen los siguientes tipos de planes de pensiones:
De renta fija: estos planes de pensiones invierten solo en activos donde la rentabilidad es conocida de antemano, como los Bonos del Estado o las Letras del Tesoro.
De renta variable: en un plan de pensiones de este tipo, la cartera de activos está compuesta por productos financieros en los que la rentabilidad no se conoce con antelación.
Para encontrar el mejor plan de pensiones según tus necesidades, debes tener en cuenta varios aspectos:
Rentabilidad: ¿qué beneficio quieres obtener con tu plan de pensiones?
Riesgo: comprueba el nivel de riesgo de los planes de pensiones en los que estás interesado. Para saber el nivel de riesgo inherente solo debes mirar el indicador de riesgo.
Comisiones: cuanto más altas sean las comisiones, menor será la ganancia real del plan de pensiones. Por ende, menos crecerán tus ahorros.
Si la persona no puede contratar un plan de pensiones al comenzar su vida laboral, lo ideal sería contratarlo no más tarde de los 40.
Si dejas de hacer aportaciones a tu plan de pensiones (situación que se conoce como partícipe en suspenso), tendrás menos capital disponible cuando te jubiles.
Sí, puedes contratar más de un plan de pensiones privado si consideras que es una buena opción para tu jubilación.
Si el titular de un plan de pensiones fallece, los derechos se transfieren a la persona (o personas) designada en el documento para este fin (por lo general, el boletín de adhesión o de designación expresa de beneficiarios).